La necesidad de mantener los aljibes en buenas condiciones. Un aljibe es un depósito de agua empleado para distintos usos como por ejemplo almacenamiento de agua potable, de agua contra incendios, de agua de riego y son de gran utilidad ya que permiten reducir la dependencia de la red pública de abastecimiento.
Hay dos aspectos principales a tener en cuenta en el uso de los aljibes por parte de las comunidades de propietarios si se quieren mantener unas condiciones higiénicas adecuadas: el tratamiento para evitar la contaminación y un buen mantenimiento del aljibe.
A continuación se comentan las condiciones idóneas de un aljibe, en relación al primero de los aspectos comentados: evitar la contaminación:
- Las cañerías de conducción hasta el aljibe y el resto de los materiales por los que pasa el agua hasta el recipiente deben limpiarse con regularidad para evitar focos de contaminación y deben estar impermeabilizados para evitar tanto pérdida al exterior como infiltraciones contaminantes.
- Es muy recomendable tener una rejilla de eliminación de gruesos y un filtro de arena antes de la entrada al aljibe. De igual manera se debe tener un sistema de decantación de sólidos en suspensión con su correspondiente drenaje para evitar la entrada de tierras y otros elementos arrastrados por el agua.
- Los depósitos deben tener accesos cerrados y elevados sobre el nivel del suelo, pero que permitan una cómoda limpieza periódica.
- La iluminación dentro del aljibe no es recomendable ya que puede favorecer el crecimiento de algas.
Para el segundo de los aspectos: el mantenimiento del aljibe, se recomienda realizar una limpieza de choque vaciando completamente el depósito, limpiando los lodos depositados en el fondo y aplicando hipoclorito sódico en las paredes con un posterior aclarado. Las recomendaciones generales para un correcto mantenimiento son los siguientes:
- Vaciar el aljibe una vez al año realizando limpieza y desinfección.
- Llevar a cabo análisis de potabilidad y de Legionella en distintos puntos de la red de abastecimiento que aseguren la salubridad del agua consumida.
- Realizar tratamiento microbiológico mediante la aplicación de hipoclorito, controlado por sonda, que asegure una concentración de cloro libre en el agua en torno a los 0,20 – 0,30 ppm. Es necesario realizar un seguimiento del producto gastado ya que el cloro es un arma imprescindible contra la contaminación microbiana del agua, asegurando las condiciones de salubridad necesarias para el consumo.